martes, 15 de octubre de 2013

Miedos

Hubo una época en que sentía miedo del mar, pero solo de noche. También sentía miedo al vino pero solo a la hora de comer. Tenía miedo a los dobermans solo si estaba sobrio, a los rayos si no tenía una iglesia cerca, a mis amigos zombis cuando andaban de la mano del mono, a que me dijeran que no en lo lento… Ahora ya no tengo miedo a los dobermans, están pasados de moda, al vino bueno, al anochecer a la orilla del mar contemplando esas enormes tormentas eléctricas sobre la raya, es una delicia, ya no hay lento y los zombis están todos muertos. Todo está más arrugado ahora.