miércoles, 6 de junio de 2012

Entre garra rufas

Noto mordisquitos en el tobillo, el talón, entre las uñas... El agua tibia es agradable pero no me siento bien. El enorme turco bigotudo no deja de mirarme con grandes ojos lúbricos. Un canino de oro refulge inagotable haciendo sombra a sus hermanos políticos mientras la lengua, afilada y acuosa, lo lame y relame con tenacidad desquiciante. La mariposa tatuada en torno al pezón izquierdo parece cobrar vida con cada convulsión del pectoral mayor. Es guapo, peligroso, pero guapo. Le haré una oferta a ver si pica. Si hace unos años no hubiese sido tan holgazan no tendría que pasar tantas horas sudando.
                                                                                    
                                                                                        

No hay comentarios:

Publicar un comentario